Una noche de ¿Joda?

Hace unos días veo una publicidad cerca de casa de que se presentaba Atilio Amir con su Tributo a Sabina en un lugar muy lindo a seis cuadras de casa, como ese día no teníamos mucho que hacer y además tenia canje con el lugar, decidimos ir, pese a que no soy muy fan de los covers tenia ganas de ver que era esto de los tributos que inunda la noche.
El lugar: Necktar es un lugar hermosísimo, tiene un parque con sombrillas , un bar típico de los 80 mas un jardín de invierno y un salón con una cabreada de madera que da sobre otro parque con pileta, un lugar excelente para hacer una fiesta, siempre y cuando te lo alquilen y los dueños te firmen que se van.
La cena: llegamos y nos ubican en una mesa en el pasillo que además de ser minúscula se movía toda, pedimos que nos cambien, nos cambian, para ganar tiempo apenas nos sentamos nos cobran, creo que no era por nuestra cara porque a todos les hacían lo mismo, preguntamos por el menú, entrada crepes de atún, yo paso porque no me gusta el pescado, según mi marido estaban horribles y fríos, el plato principal tenia dos variantes: filete de merluza con salsa o tallarines con frutos de mar, yo seguía sin poder comer nada, porque no logre convencer a la moza que me traigan tallarines solos, a lo sumo con aceite, tanto la cara de mi marido como la de todas las victimas que decidimos comer ahí eran claras en cuanto a lo cómodos que estaban, tanto con la comida como con la prueba de sonido que hacían al mismo tiempo que servían eso que llamaban cena, el postre era uno solo, ensalada de frutas, obvio que de lata, menos mal que habíamos pedido un champagne para cenar, aunque nunca había tomado Chandon extra brut con trozos de pan, pero para la segunda me crucé al Kiosco y compre un par de chocolates como para amenizar.
El Show: No es malo, pero esa imitación tan imitada como que me parece demasiado, no solo en la voz y el modo sino en prender un cigarrillo tras otro (aunque no los fumaba) y en repetir todos los gestos, demasiado para mi.

Conclusión: Uno sabe que las cena show no son para comer bien pero tampoco para esto, que uno si hay opciones debe elegir ir a estos lugares solo a tomar algo, pero esto paso todas las marcas. Pero igual me divertí porque como todo estaba tan mal, desde las mozas que se notaba que no lo eran ya que traian de a dos platos y les ponían el dedo al borde hasta el sonido que ya era gracioso buscar los defectos.