viernes, marzo 10, 2006

Un pequeño homenaje

Sus libros me acompañan desde siempre , desde que no leía por mi misma y mi Mamá me leía sus cuentos, a mis 6 años Verónica era una amiga, estaba en mi vida todas las noches antes de acostarme. Un día, se presento en una librería en Belgrano y me firmo mi libro (que aun conservo) y hablo un ratito conmigo y pude saludar a Verónica pero la realidad no pudo con la magia y mi fascinación con la vida de ellas no mermo, soñé con el juego de te y sufrí con cada sufrimiento de ellas, el hermano que no llego a nacer fue casi mi hermano. Cuando fui preadolescente sus cuentos para leer sin rimmel y sus violetas para nadie acompañaron mis días. Hoy de tanto en tanto encuentro en alguna revista femenina un cuento de ella, lo leo ávidamente aunque la magia ya no es la misma. Pero la magia de la lectura me la dio ella, por eso, desde acá quiero rendirle un pequeño tributo.

Gracias Poldy Bird por acompañarme durante mi infancia y acercarme a este mundo fascinante que es la lectura y que mejor homenaje que poner un cuento de esos que tanto me hicieron pensar.

VIOLETAS PARA NADIE


Las miro, profundamente azules, con un olor que trepa y se columpia en mi recuerdo. Violetas. No se me ocurre ninguna palabra para decirte; ni gracias, ni son muy lindas. Nada. Mis manos tiemblan y los menudos pétalos se mueven como si un aire pasado los moviera. Un aire que viene de calles caminadas sin apuro, envueltos tu y yo en un silencio en nada parecido a éste de ahora. Un aire que viene de tardes con signos descifrables por la paciencia lenta y amiga de la ternura. Un aire que viene de veranos con oleajes tibios en el cauce celeste de la sangre. Mi voz y mis palabras se han quedado en aquel tiempo. Las busco ahora, buceando en un océano de letras como peces escurridizos. Las busco para dártelas y mi voz se niega, mi voluntad se niega, todo mi cuerpo es una negativa. Yo no sabía, créeme que no lo sabía, me he dado cuenta ahora. Pensé que era amor lo que hacía resignarme a la monotonía de nuestros días. Que el amor había hecho que aprendiera a callar las súplicas. Que el amor me había convertido en esta casi-piedra que ni siquiera pretendía llamarte demasiado la atención. Te reías cuando te reprochaba la escasez de caricias, de palabras que enunciaran lo que sentías por mí. Todo estaba sobreentendido, no había nada nuevo que decir; y repetir lo que se había dicho antes, era una cosa tonta, innecesaria. Te reías cuando los ojos se me llenaban de lágrimas al ver cómo negabas, con un leve y rítmico movimiento de cabeza, el reclamo del chico o de la florista para que le compraras un ramillete. Porque ése no, no era para ellos, sino para mí. Iban quedando huecos dentro de mí ser: un hueco para llenar con flores, un hueco para llenar con palabras, un hueco para llenar con ternura. ¿No notaste que en vez de una mujer tenías a tu lado un abismo profundo?
¿No notaste que en vez de una mujer tenías a tu lado el latido veloz de los vientos?
¿No te diste cuenta de que a tu lado quedaba solamente la sombra de aquella que reía apretando tu mano y haciendo repicar las cristalinas agujas de la lluvia?
¿Pudo engañarte mi contorno material, la armazón que paseaba mis vestidos por la casa ordenada, el mecanismo perfecto de mis manos peinando mis cabellos y retocando el polvo sobre mi nariz?

La que te amaba, la que secaba su llanto con tu mirada, la que se iluminaba cuando sembrabas besos como estrellas lustrosas sobre su piel..., aquella que te dejó libar su néctar e injertar en su tallo la savia de tus ramas, ... se ha escapado de mí, ya no soy ella.... No te he engañado: ahora acabo de darme cuenta. Ahora mismo apretando en mis manos este ramo de violetas. Ahora, mirándolas, profundamente azules, con un color que trepa y se columpia en mis recuerdos. No se me ocurre ninguna palabra para decirte, ni gracias, ni son muy lindas. Nada. Porque la ceniza cae sobre menudos pétalos. Y has comprado violetas, sí, pero muy tarde.
Violetas para nadie.

Poldy Bird

8 Devarí­os:

Blogger Angelina 2.0 Devarí­o...

Qué lindo es, hay un par de frases que me mataron...

Y me hiciste acordar que a mi mamá le encantaban sus cuentos y me regaló Cuentos para Verónica. =)

11:22 a. m.  
Anonymous Anónimo Devarí­o...

Ufffffffffffff!!! Gracias por el recuerdo. También fue mi compañera por las noches. Me trajiste palabras de mi adolescencia, miradas de aquella que ya no soy ni puedo ser. Gracias, otra vez.

Besos y recuerdos.

5:39 p. m.  
Blogger Gaby Devarí­o...

Gaya: Cuando tengas ganas googleala, hay mucha gente que subió cuentos de ella, te va a gustar el paseo.
Ang: Uno no se da cuenta pero somos una amplia generación las que nos criamos con sus cuentos. Es cierto tiene algunas frases que te dan en el medio.
DudaDesnuda: De nada, no te olvides que hoy somos por lo que éramos, gracias por pasar.

2:29 a. m.  
Blogger Gaby Devarí­o...

Mafi: Estaba segura de que la habías leído a Poldy de niña, muchos de tus escritos me remontan a ella, mas que nada por los sentimientos que despiden ambas.

2:46 a. m.  
Blogger SOL Devarí­o...

cuando era chica mi mama me regalo un libro de ella que recuerdo amaba...gracias por transportarme a esos momentos...no los recordaba!

9:20 p. m.  
Blogger Gaby Devarí­o...

Mafi: Alguna vez analice porque me afectaban tanto sus cuentos y llegue a la conclusión que era porque todas sus historias si no son reales pueden serlo fácilmente.

Legally: De nada, creo que a los libros de ella podríamos incluirlos en el imaginario colectivo.

5:33 a. m.  
Blogger Noe Devarí­o...

La amoooo, por Dios, lo que me ha hecho (y hace) llorar esa mujer!!!
Besos!

11:37 p. m.  
Blogger Gaby Devarí­o...

Hoy veia que no hace mucho saco otro libro, me parece que me lo voy a regalar.

3:01 a. m.  

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