domingo, febrero 26, 2006

Clasificación de Boludos.

Como un aporte al submundo blogger, ya que para vencer al enemigo primero hay que conocerlo, voy a transcribir una clasificación de boludos que saque de un libro maravilloso: “Manual del perfecto Boludo” el cual nos ayuda en esta lucha tan desigual, sobrevivir a pesar de los boludos.
Aquí la clasificación:
El Boludo Sopapa: Es pegajoso como una ventosa. Aparece en cualquier momento y en los lugares más insólitos e inesperados. Apenas nos ve, se pega a nosotros, apretado como tapa de submarino .Dotado de las habilidades naturales de la garrapata, es imposible sacárselo de encima. No hay excusa, pretexto o catástrofe que logre alejarlo. Viene de visita, se instala y no se va más. Como generalmente no tiene nada que hacer, lo hace precisamente junto a los demás; convirtiéndolo en una de las especies mas insoportables.
El Boludo Dactiloscópico: También conocido como “Gold Finger”. La naturaleza lo ha dotado de un dedo índice, agudo como un estilete, con el que se complace en clavar furiosamente a su interlocutor, para subrayar lo que va diciendo. Su puntería es impresionante. Encuentra a ciegas el sitio más desguarnecido entre las costillas, el esternón o el bajo vientre. Todo lo que afirma o niega, parece que necesitara ser recalcado mediante su “dedo de oro”. Encima, si uno contraataca utilizando el mismo método, generalmente se molesta.
El Boludo Erudito: Siempre sabe todo, hasta lo que nadie sabe. Su pretendida cultura universal abarca todos los temas posibles: leyó todos los autores clásicos y modernos, visito todos los países del mundo, conoce todas las personalidades famosas y las que todavía no lo son, vio todas las películas aun las que no se estrenaron…
Es el típico culturoso que tiene respuesta a todo y en toda ocasión, hasta en situaciones inexplicables. Es mas, muchas veces pretende saber las respuestas que ni los mismos interesados conocen. Para colmo de males, suele ser pedante, lo que lo hace particularmente insufrible.
El Boludo Parlante: También conocido como cacatúa. Es el eterno charlatán. Habla siempre, todo el tiempo, en toda ocasión y en todo momento. Jamás está callado. Descarga su torrente de palabras, sin detenerse ni dar un respiro siquiera para intentar esgrimir alguna excusa para huir despavorido.
Una variable altamente peligrosa es el modelo telefónico, quien suele llamar en los momentos más inoportunos. La única ventaja es que uno puede dejar el tubo y seguir haciendo lo que tenia previsto, volviendo de vez en cuando y agregando un ¡ahá! ¡no me digas! ¡mira vos! Y el otro no se dará cuenta.
El Boludo Monotemático: Un mismo y único tema invade constantemente, su cabeza, su entorno, su ambiente, su biblioteca. Obsesivo hasta la locura; para él la realidad no existe fuera de ese tema. Todo esfuerzo para apartarlo de él es absolutamente imposible. Por lo general suelen ser temas de gran contenido humano o social como la importancia del agua para la navegación o de la papa para el puré…
El Boludo Altruista: Siempre cree conocer los sentimientos de los demás y anticiparse a sus deseos. Es tercamente voluntarioso. Obrando por nobles causas (que solo a el le interesan) está dispuesto a colaborar con quien se encuentre en el camino. Su ayuda suele ser, por lo menos, inoportuna; cuando no terrorífica. Por ejemplo, ayuda a cruzar la calle a una anciana que no tenía ni la menor intención de cruzar ,te recomienda siempre al peor y mas caro, típico de aquel, que se ofrece para empujarte con el auto y te rompe los farolitos traseros…
El Boludo Mediático: Le encanta participar en cuanto programa de radio o televisión pueda. En una mañana es capaz de llamar a veinte o más programas de radio y alegrarse desmedidamente con que le contesten en alguno. No importa lo que se diga en el programa o el tema en cuestión. Siempre va a tener algo que agregar, invariablemente sin criterio, fuera de contexto y asociado a alguna experiencia personal. En estos casos lo mejor es apagar la radio o la televisión…
El Boludo Ruidoso: Tiene una necesidad imperiosa de hacer ruido todo el tiempo. Su compulsión atronadora se ve agravado por la actitud de no importarle un bledo los demás. Es el típico boludo que quita el silenciador al caño de escape de su moto; o aquel que, en las calles, preanuncia su llegada con música estridente. Ni que hablar de los vecinos ruidosos o de aquellos que invaden los lugares más tranquilos y solitarios, con su música o radio a todo lo que da…
El Boludo Ingenieri: Típico de aquel que se ofrece para arreglar de todo. Por supuesto que sabe desarmar cualquier cosa, aunque nunca es capaz de volver a armarla, pese a que haya anotado paso a paso el desmontado de cada pieza. Todo lo que “arregla” queda invariablemente en peor estado que antes y, para colmo de males, se ofrece gentilmente a reparar cualquier otra cosa que se necesite…
El Boludo Pesimista: Este tipo de boludo sobreabunda de manera altamente peligrosa. Siempre piensa que todo va a salir mal y de la peor manera posible. Se distingue en pronosticar desgracias ajenas. Es un agorero profesional.
Además, posee la extraña virtud de aparecer justo cuando uno empieza a soñar con un nuevo proyecto. Indefectiblemente extrae una lista de variables, estudios, opiniones, experiencias que indican que el asunto no va a funcionar. Se especializan en “pinchar globos” ajenos.
El Boludo Pseudos Ambientalista: Son los típicos boludos que por defender a ultranza la naturaleza no defienden al hombre. No se puede ni matar a un mosquito sin alterar el orden cósmico. Extremistas ecológicos, son críticos acérrimos de todo lo que contenga vestigios animales o vegetales. No se dan cuenta siquiera que casi todo lo que los rodea tiene ese mismo origen. ¿De dónde salen entonces el papel con que se escriben, la madera de sus roperos, las fibras de su ropa, las bacterias del yogur, etc.?
El Boludo Poluyente: No se sabe por qué razón necesitan mantener la comunicación con sus semejantes a escasos centímetros, cuando no milímetros. Son aquellos boludos que nunca guardan la distancia lógica para conversar. A medida que se va desarrollando la conversación, se van acercando disimuladamente, hasta que su cercanía se vuelve insoportable. Uno se aleja un poco y enseguida están de vuelta a la carga, con su mal aliento o pestilencia. Una solución poco práctica, pero efectiva sería conversar a caballo… (aunque sus cabellos serían tan boludos que enseguida se tirarían encima de los nuestros)
El Boludo Chateador: Son aquellos boludos que suelen entrar en los foros de discusión de Internet y opinan cualquier verdura sin fundamento. Lo peor que cuando se los descubre y se los aísla, aparecen nuevamente cambiando el nombre, aunque son perfectamente reconocibles por la persistencia de sus ideas absurdas.
El Boludo Llorón: Es el eterno desconforme. No hay nada que le venga bien .Su proverbial descontento se extiende a todas las situaciones que les toca vivir .Siempre está en desacuerdo con todo lo que le pasa. Su respuesta favorita es: “Sí, pero…” Lo peor es que como no se banca su propia disconformidad, tampoco soporta que a los demás les vaya bien. En síntesis, no vive ni deja vivir. Su frase celebre es: “el día que llueve seguro que a mi me encuentra con un tenedor…”
El Boludo Supersticioso: Toda su vida está determinada por fuerzas superiores. Está asustado de todo y por todo. Fetichista hasta el extremo, vive pendiente del horóscopo, los signos del zodiaco, los libros de astrología y cuanta nueva forma de cambiar el curso de su vida aparezca. Gasta fortunas consultando a tarotistas, manosantas, brujos para que le digan cómo mejorar su situación económica. La cantidad de boludeces que es capaz de hacer para librarse de los maleficios es, la mayoría de las veces, peor que el maleficio mismo. Está todo el día pendiente de tales bolupersticiones, que no tiene tiempo para vivir…
El Boludo Buscapelos: De extrema peligrosidad, ha desarrollado una gran pericia en buscar la quinta pata al gato, el pelo al huevo. Su habilidad suprema es la de convertir una solución en un problema. Posee un catálogo de fórmulas infalibles para complicar las cosas y convertir obviedades en asuntos metafísicos de insondable oscuridad. Se las arregla para alargar discusiones e impedir la toma de decisiones. Es una máquina de enredar las cosas y complicarlas al extremo. Si se analiza un proyecto de piscicultura, él lograra que se discuta la posibilidad de que los peces mueran ahogados…
El Boludo Conspirativo: Está todo el día pensando que todo está en contra de él. Apenas se levanta y ya se imagina una legión de familiares, instituciones, comerciantes, taxistas, amigos, profesores, y todo tipo de personas, confabulados para arruinarle el día, cuando no, la vida. Posee una capacidad increíble para maquinar complots familiares, empresariales, nacionales e internacionales, con el sólo fin de desacreditarlo y hacer que todas las cosas le salgan mal. Se cree tan importante, como para pretender que los demás están permanentemente ocupados en buscar maneras de perjudicarlo.
El Boludo Hipocondríaco: Sólo habla de sus estremecedoras enfermedades y problemas, que son siempre largos e insolubles. Cuando los agota repasa los que acogotan a los demás y a la sociedad entera. A falta de males propios o de su entorno de amigos y parientes, acude a los periódicos y a la televisión. Cuanta enfermedad nueva o peste que ande rondando por ahí cree haberla adquirido .Hasta se contagia la boludez del prójimo…
El Boludo Media: Es como la media: abre la boca y mete la pata. No puede andar por la vida sin hacer cagadas. Con la mejor de las intenciones, preavisa las fiestas sorpresa, pregunta por una persona hace tiempo fallecida o le da un golpe al abrir la puerta del auto al policía que lo detuvo por una infracción. Por lo general, ni siquiera advierte las consecuencias directas del disparate que está cometiendo. Tiene la extraña habilidad de desarrollar, a partir de las acciones más simples y zonzas, un disgusto, un siniestro, cuando no, una catástrofe.
El Boludo Kamikase: Es el típico boludo que grita el gol de River en el medio de la barra brava de Boca; recuerda al profesor la prueba escrita que había prometido tomar. Su vocación suicida no tiene límites. Lo importante es que de estos boludos no hay que preocuparse demasiado, ya que duran poco.

Si reconocen a alguien en esta descripciones, no es casualidad, los boludos abundan.

4 Devarí­os:

Blogger Angelina 2.0 Devarí­o...

Jajajaj, supongo que conozco al menos uno de cada uno de ellos.
Y hasta combinados!

11:24 a. m.  
Blogger Gaby Devarí­o...

Mafi: La clasificación es unisex, pero ampliaremos.

Ang: Yo tengo más combinados.

12:45 a. m.  
Blogger Cruella De Vil Devarí­o...

Gaby:
Resumiendo (Sabina dixit) tamos rodeadas!
=S

12:57 a. m.  
Blogger Gaby Devarí­o...

Así es Cruellita, estamos totalmente rodeadas.

4:05 a. m.  

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